LA ANSIEDAD Y EL AUMENTO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
A diferencia del miedo, las personas que padecen de ansiedad suelen desconocer el motivo que la desencadena, dificultando una conducta adecuada.
Sentir ansiedad no es poco común, de hecho es usual. Esta puede aparecer en situaciones estresantes-ya sean laborales, familiares o en otros espacios que frecuentamos-como respuesta a una acción que no nos es del todo agradable. En pocas palabras, se encarga de informar al cuerpo e imponer un límite.
Pese a que todos-en mayor o menor medida-hemos sufrido de ansiedad, se puede volver un problema cuando sus efectos se prolongan, lo que se conoce popularmente como “episodios repetidos”.
Los episodios repetidos son un patrón que suele seguir el sujeto que padece de ansiedad habitualmente, sostenida-con carácter general-por el miedo a volver a sufrir el sentimiento. La mente es la proveedora, ya que el sujeto queda arraigado en un constante pensamiento negativo. Es la que se encarga de que se vuelva una obsesión, condicionando a la persona por la insistente amenaza de que algo pueda ocurrirle.
La ansiedad en los últimos años
En los últimos años, la ansiedad junto con la depresión, ha aumentado considerablemente tanto en la población joven como en la más adulta. Esto se debe a factores externos, donde el ritmo social puede ser sofocante para algunos.
A lo largo de los años, hemos evolucionado bajo unos estándares que determinan nuestro proceso evolutivo personal y-en determinada manera-obliga que nos adaptemos a ella, una tarea inalcanzable para gran parte de la población. No lograrlo conlleva a llegar a creer que no merecemos pertenecer en un sistema, ya que no tenemos nada que aportar o lo poco que nos hacen ver que podemos es insuficiente para permanecer dentro. Dicho de otra manera, se crea una relación de rechazo entre sociedad e individuo.
Cuando un ser humano-considerado un animal social-es rechazado su existencia carece de sentido. Si no logra convivir, ¿qué tan útil es su presencia? El mismo pensamiento negativo lo lleva a un margen sin contexto dificultando su proceso evolutivo. Todo lo que nos rodea está en constante cambio, cuando alguien queda bloqueado en un mismo punto se vuelve desesperante; el tiempo corre sin correr y la ansiedad por recuperar todo lo que hemos dejado pasar se vuelve una tarea saturada, despertando una ansiedad innecesaria.
La ansiedad nos ha llevado a temer por el futuro, ha preocuparnos por algo inexistente e incapacitarnos del presente, el momento que nos permite labrar lo deseado.
Sin percatarnos, hemos establecido una serie de códigos que seguimos inconscientemente y son motivos de muchas de las preocupaciones que mostramos ante el futuro.
El ser humano contemporáneo está constituido por unas pautas que debe de seguir para vivir y por la edad en la que debe lograr cada una de ellas. Si lo que debemos hacer no concuerda con la edad que deberíamos tener es visto como algo impropio, vago, … Y admitido por el sujeto de forma avergonzada. Obviando el pequeño detalle de que no existen pautas ni momentos en lo que respecta vivir.
Más de una persona que está leyendo este artículo se habrá encontrado en la situación de pararse a hablar con un viejo conocido y preguntarle sobre el trabajo, matrimonio, hijos, estudios, estabilidad económica, etc. Como si la vida fuese una simple lista de la compra. A las personas les gustan las respuestas cuantificativas, todo lo que no tiene que ver con lo numerable no tiene valor; obviamos las preguntas más esenciales: ¿Eres feliz? ¿Qué es lo que te apasiona?…
En cierta manera, con nuestras interacciones somos los culpables de que la vida haya pasado a ser en sí a ser algo competitivo. ¿Cómo no tener ansiedad en una era donde lo que sale de los estándares es poco apoyado y tan criticado? ¿En una era donde la tecnología en vez de unirnos y ofrecer oportunidades ha creado una comunidad tóxica y cuantitativa donde quien más posee es visto con envidia como el más feliz?
La ansiedad persigue hasta el más rico porque en su proceso obvia lo esencial.
En Spider-Man 2 (2004) de S am Raimi es un claro ejemplo del colapso social.
Si recordáis vagamente la película, Peter Parker lidia con un trabajo como fotógrafo, con estudiar para sacarse la carrera universitaria, con combatir el crimen y con equilibrar su relación interpersonal con su familia y amigos. Ante tantas responsabilidades acaba saturado y perdiendo parcialmente sus poderes. El estrés, la ansiedad, .. Le impide ejercer como superhéroe y tratar correctamente cada uno de sus aspectos. Él no quiere dejar de ser Spider-Man aunque se ve obligado a hacerlo para equilibrar y restaurar su bienestar, es decir, sus otras posibilidades. Con esto quiero hacer ver que a veces dejamos de lado lo que realmente queremos hacer para cargar con responsabilidades que no queremos cargar o que somos incapaces de llevar adecuadamente cuando nuestra situación personal es insostenible.
La ansiedad nos impide ser nuestro propio superhéroe para lidiar con un deber con el que nadie quiere cargar.
¿Pero si el sistema funciona es porque hay sujetos capaces de adaptarse a ese estado de vida, no?
No hay sistema que funcione sin integrantes. Lo dinámico es dinámico porque existen factores que lo permiten, el caso es que estos mismos cargan con una labor que no les pertenece. Padecen de ansiedad de la misma manera que la padecen quienes son rechazados, pero conviven con ello sin dejar a un lado la función que deben ejercer y el ritmo que deben llevar. Normalizar la ansiedad es perder de vista el peligro que genera. Una vez más la mala adaptación hace que los episodios sean repetidos.
Riesgos de la ansiedad
Los principales factores de riesgo para la ansiedad suelen ser la acumulación de estrés, las sustancias ingeridas, la personalidad del individuo, antecedentes familiares, traumas, …
Tanto esas personas con dificultad para afrontar los acontecimientos estresantes como las relaciones interpersonales y las enfermedades físicas son los factores más genéricos que favorecen la aparición de la ansiedad.
Esto puede desencadenar depresión, problemas intestinales, dolor de cabeza, dificultad para dormir, aislamiento y mala calidad de vida entre otras cosas.
Grupos y síntomas
Existen cuatro grupos distintivos en la ansiedad-dejando a un lado la agorafobia, algún trastorno debido a una enfermedad, por alguna sustancia ingerida, por algún aspecto social, por la separación de seres queridos (visto en infantes)…-:
- Angustia: Donde el paciente experimenta la sensación de ahogo, temblores, miedo a la muerte, palpitaciones,…
- Generalizada: Donde el paciente se encuentra en un estado permanente de
- El trastorno obsesivo compulsivo (TOC): En este caso, el sujeto repite una serie de comportamientos y acciones para lidiar con la inquietud o la angustia
- Fóbico: Comentado en el artículo: ¿Qué son las fobias?
Estudios sobre la ansiedad
Cuando Sigmund Freud (1856-1939) habló sobre la ansiedad se dirigió a ella como una expresión en exceso de tensión no descargada; teniendo su origen en un peligro emocional inconsciente.
Sin embargo, a finales del siglo XX, Jaak Panksepp (1943-2017)-psicólogo estadounidense-dió un significado más contemporáneo para comprender de mejor forma el trastorno.
A lo largo de su carrera, Jaak Panksepp, se interesó por las emociones de los seres vivos, llevando este interés a la investigación. Se conoce que experimentó con ratas y afirmó que sentían felicidad. Sus gritos eran más agudos cuando se les hacía cosquillas.
A parte, elaboró una serie de siete sistemas motivacionales con los que cubrimos todas nuestras necesidades: curiosidad, juego, ira, angustia, pasión, crianza y ansiedad.
De la ansiedad escribió que era un sentimiento de inseguridad e impotencia en el que el miedo era algo extremo (diferenciaba el miedo del miedo extremo. La reacción en el miedo extremo era de parálisis mientras que en el otro había una reacción más precavida).
Tratamientos para la ansiedad
En el instituto A.M.I (Análisis Mente e Inconsciente) ofrecemos diferentes técnicas para tratar la ansiedad, entre las que se encuentra el análisis de sueños o la terapia regresiva. De una forma u otra, lo importante es que el paciente llegue a visualizar el motivo por el cual padece ansiedad constantemente para trabajar con más comodidad la angustia.
Siempre es encontrar el método de trabajo con el que se sienta más conforme.
Recordad que nada pasa más rápido ni más lento es un ejercicio fundamental para sobrellevar la ansiedad. Un minuto es un minuto, y está compuesto por sesenta segundos por muy rápido que hagamos una cosa u otra. Pese a que puede parecer totalmente lo contrario, cada persona tiene su propia organización, sus propias cualidades y talentos y a veces por querer pertenecer a una masa en movimiento-solo porque creemos que es la forma de no sentirnos solos-acabamos por aprender que la soledad no depende de la cuantitividad y puede hacernos perder el interés en dedicar tiempo a aquello que verdaderamente nos apasiona y se nos dá bien y no dejar que el ritmo nos condicione. Muchas personas acaban por asquear lo que les apasiona no porque se convierta en una responsabilidad sino porque lo encajamos con aquello que nos hace enfermar. Es cuestión de saber qué queremos y permitirnos fallar para descubrirlo, el error es tan educativo como el acierto. Con estas bases claras uno puede ser Spider-Man sin preocupación alguna, los futuros acontecimientos vistos desde el traje son más llevaderos sean más o menos conformes porque uno tiene el poder, y con poder hay responsabilidad.
Mientras tanto, seguiremos alimentando un oleaje donde cada componente comparte espacio con otros con la extraña sensación de que no hay nadie que nos apoye.
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Por Juan Cabeza, Enero 2021.