Cómo hacer de la soledad nuestra amiga
El territorio es amplio y las personas incalculables. Compartimos creencias y en estos últimos tiempos se ha popularizado la idea negacionista de que estamos solos en este mundo, lo único existente somos nosotros mismos y el resto no es más que una mera proyección.
De esta manera reprimimos toda posibilidad de compañía y contacto. Inhabilitamos la creencia de que el ser humano es social por naturaleza, palabras que una vez manifestó Rousseau.
En otras palabras, somos nosotros quienes nos dejamos abrazar por el rechazo.
Cuando hablamos de soledad normalmente se la considera un estado de aislamiento, uno de los temores más antiguos y significativos del ser humano. Pero, realmente, en ella se esconde una infinidad de rasgos de los cuales podemos extraer algún que otro beneficio.
A veces nuestros pasos resuenan en el camino que escogemos. Y es en ese momento cuando nos acecha el sentimiento de soledad, la creencia de que no escogimos bien nuestro camino por el simple hecho de no hallar a nadie que nos anime ni sea un mero espectador de la manera en la que andamos. La vida se vuelve absurda cuando el protagonista actúa con el sentimiento de pasar desapercibido.
La soledad nos pesa cuando nos percatamos de que vivimos con falta de atención.
Más de una vez he hablado de las responsabilidades en anteriores artículos-la-ansiedad-y-él-aumento-en-los-últimos-años–y de cómo pueden llegar a condicionar nuestros deseos por miedo a no conseguir lo esperado. Llegando a generar temor a la hora de decidir; no por si lo escogido llega a ser lo más sensato para nosotros, sino porque existe un terrible miedo a que nuestro bienestar acabe por aislarnos de los demás.
Mentir es recurrente y todos establecemos relaciones con la mentira. Es la oportunidad para mostrar el aspecto que nosotros queremos mostrar a la otra persona para así obtener la reacción que esperamos. En consecuencia, ella genera una imagen de nosotros que luego se vuelve un impedimento cuando nos cansamos de ser quiénes hemos hecho creer que éramos y comenzamos a querer mostrarnos cómo somos en realidad. Porque a pesar de todo, tanto nuestras emociones como nuestras preocupaciones parten del mismo lugar.
Nos reciben en esta vida y nos despiden. Nacer y morir corre por nuestra cuenta.
¿Qué ofrece el instituto A.M.I.?
Vivir con miedo no es una opción, y es por eso que en el instituto A.M.I ofrecemos una amplia variedad de técnicas para trabajar con nuestros pacientes. De esta manera, no solo ayudamos a nuestros pacientes a resolver sus conflictos, sino que además, utilizamos un medio en el que trabaje y se sienta cómodo.
En el siguiente link: blog-instituto-ami podéis acceder a nuestro blog en el que hablamos de algunos de nuestros métodos. Y si deseáis más información o poneros en contacto con nosotros.
Además, en la sección de contactos, podéis informaros de nuestros cursos e incluso reservar vuestra plaza y así formaros y aprender algunas de nuestras técnicas.
Conclusión
Entender que la soledad forma parte de nosotros tanto en un ámbito público como privado. Que de ella nacen nuestra mejor imagen, que es la sinceridad. Que los artistas no crean acompañados. Que la soledad puede ser nuestra amiga cuando entendemos que es el momento que nos permite recordar quiénes somos y qué queremos ser.
Un actor se enorgullece cuando la sala está llena, pero hay que recordar que ninguna sala ha sido ocupada sin antes haber estado vacía.
Que el miedo que sentimos a ser rechazados no es ajeno ni motivo de vergüenza, no siempre cuando demos la mano seremos bienvenidos, pero el bienestar que nos genera comenzar con buen pie no nos lo otorga lo cuantitativo.
La sinceridad es amiga de la soledad y gracias a ella, tal vez, podamos caminar por nuestras decisiones con la vaga creencia de que siempre estamos a tiempo de conocernos y tener motivos para no avergonzarnos en el momento de dar la mano y nuestro nombre.
¿Qué ofrece el instituto A.M.I?
El instituto A.M.I no sólo emplea técnicas previamente conocidas como podrían ser la regresión o el análisis de sueños para hallar respuestas a las cuestiones que nos plantea la angustia y así comprenderlo. Sino que además, pone en práctica diferentes técnicas desarrolladas exclusivamente por el instituto que ayuda a lidiar no solo de una manera creativa sino también interactiva. Un amplio catálogo de posibilidades para escoger, otorgando la posibilidad al paciente de encontrar el método más cómodo.
Entre las técnicas se encuentran: diálogo con figuras inconscientes, la técnica de los cubos o la técnica de reescritura A.M.I, entre otras.
Adaptarse a la depresión no es tratar con ella, es un impedimento que nos priva de un bienestar del que todos tenemos derecho a satisfacernos
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Por J. Cabeza, Marzo 2021.