CÓMO LIDIAR CON LA DEPRESIÓN SIN NORMALIZARLA

La depresión está catalogada como un trastorno anímico que puede ser tanto permanente como transitorio. Quien padece de depresión convive con una serie de incapacidades que dificulta llevar una vida plena; aparte de la imposibilidad de interactuar con otros individuos equitativamente.

  

Y un día nos levantamos y sentimos que algo no va bien, que nuestro cuerpo no se siente cómodo. Hacemos un leve repaso de nuestras últimas semanas para hallar una causa al malestar, pero nada, no encontramos nada. Entonces, el pecho cada vez es más pesado, nuestro cuerpo se agota a intervalos que solo deseamos estar acurrucados, acostados, pero no por ello cómodos. Porque la presión continúa, la cabeza sigue dando vueltas buscando una respuesta y es en ese mismo momento en el que nos asustamos, sentimos un peligro que desconocemos dónde desembocará.

            La depresión es amiga de la ansiedad, ya he hablado de ella en anteriores post de cómo ha aumentado en los últimos años y, precisamente, este aumento ha servido para asociar ambos trastornos. Tener depresión no necesariamente conlleva a padecer ansiedad, pero es habitual.

Dar palabras a algo como la depresión es complejo, quienes la padecen o han padecido se resisten a hablar de ella. No porque le tengan miedo, sino porque son incapaces de dar una explicación a tal angustia sin caer en el pensamiento de “sonar ridículo”. Y precisamente esa creencia es uno de los motivos por los cuales cuesta pedir ayuda, por no considerarlo un problema como tal porque popularmente está catalogada como una debilidad. Una vergüenza que nos reprime.

Uno no entiende la depresión hasta que la padece.
Síntomas de la depresión

Entre los síntomas más comunes en la depresión se encuentran: pérdida de apetito, sentimientos de culpa, movimientos extremos pero no equilibrados, inactividad, cansancio, pensamientos constantes sobre la muerte o la sensación de abandono, de quedarse solo.

Y es que precisamente la depresión nos lleva a vernos solos contra ella; la creencia de que acabará cansando a aquellos que nos rodean teniendo que lidiar sin la ayuda de nadie. Por eso mismo, es frecuente en las personas tanto la inactividad a la hora de realizar ejercicios que antes nos eran placenteros como el constante pensamiento de muerte, considerada la salida más viable, más fácil, para dejar de sentir.

            Quien padece de depresión llega a creer que acabará solo, y el sentimiento de culpa que le persigue por no querer molestar a los más cercanos los hacen reprimir emociones, necesidades, hasta que se enquistan y cargan con la molestia sin desprenderse de ella.

¿Qué ofrece el instituto A.M.I?

El instituto A.M.I no sólo emplea técnicas previamente conocidas como podrían ser la regresión o el análisis de sueños para hallar respuestas a las cuestiones que nos plantea la angustia y así comprenderlo. Sino que además, pone en práctica diferentes técnicas desarrolladas exclusivamente por el instituto que ayuda a lidiar no solo de una manera creativa sino también interactiva. Un amplio catálogo de posibilidades para escoger, otorgando la posibilidad al paciente de encontrar el método más cómodo.

Entre las técnicas se encuentran: diálogo con figuras inconscientes, la técnica de los cubos o la técnica de reescritura A.M.I, entre otras.

Adaptarse a la depresión no es tratar con ella, es un impedimento que nos priva de un bienestar del que todos tenemos derecho a satisfacernos 

 

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