Con la ayuda de este ejercicio podemos tener más claridad sobre los temas que presentan nuestros sueños. Es una actividad tanto identificadora como liberadora. Al escribir elaboramos una relación consciente con aquello que imaginamos.

El diálogo con figuras oníricas es una técnica elaborada por el instituto A.M.I, desarrollada en el campo de la psicoterapia que permite trabajar la información que se nos presenta en los sueños que-constantemente-es obviada o confusa.

Cada vez es más frecuente encontrarse con personas que muestran interés por sus sueños hasta tal punto de hablar de ellos en nuestras relaciones cotidianas, sobre todo cuando lo que hemos soñado nos ha resultado una fuerte impresión.

El lenguaje de los sueños no es tan literal, detrás de cada acción, interacción, diálogo, situación, etc. existe un trasfondo de contenido sobre nosotros: preocupaciones, fobias, deseos, virtudes, conductas problemáticas, remordimientos,… Que se manifiestan mientras dormimos.

Los sueños no dejan de ser como una representación teatral de aspectos sobre nosotros que pasamos por alto.

Mal interpretar un sueño puede conllevar a que la persona lo repita constantemente. Recordamos que detrás de cada uno se esconde un tema que requiere de atención. Si el lenguaje en el que se expresa no logra hacerse entender, continuará exponiéndose. No es de extrañar soñar con diferentes sueños que hablen de un mismo tema.

Personajes oníricos

Los personajes oníricos son aquellas figuras que aparecen e interactúan en nuestros sueños. Se componen por la información inconsciente que tienen sobre nosotros y su función es interpretar un personaje para manifestarla. Es el medio que tiene nuestro inconsciente para hablarnos sobre nosotros mismos.

El origen de las cartas

Las cartas siempre han sido un medio de comunicación escrito que hoy en día se ha adaptado a la nueva tecnología: mensajes instantáneos, correos electrónicos o plataformas como Twitter, WhatsApp, Facebook o Instagram. Con el objetivo principal de informar e impresionar al receptor. Dos funciones claves para el ejercicio de diálogo con figuras oníricas.

¿En qué consiste el ejercicio de diálogo con figuras oníricas?

Es importante que el paciente haya escrito o recuerde un sueño. Sin contenido previo no es posible realizarlo plenamente.

Para llevarlo a cabo en terapia con su terapeuta, el paciente deberá escoger el sueño con el que desee trabajar, hacer una lectura consciente y distinguir a los personajes que aparecen en ella, tanto lo que aportan a la  historia como la personalidad de cada uno.

Distinguirlos de esta manera ayudará a que el paciente escoja al personaje con el que quiera trabajar. Una vez seleccionado, deberá escribirle una carta como si realmente esa persona fuese a recibirla; solo de esta manera se conseguirá expresar los pensamientos y los sentimientos que rememoran en nosotros con total libertad.

Como se ha comentado al principio del artículo, al escribir la carta, favorece en la relación consciente con lo imaginado, liberando sentimientos reprimidos. La recreación de hablarle a otra persona mediante una carta permite que el paciente exprese sin tapujos lo que se le ha presentado en el sueño. No hay miedo al ser juzgado, esto ayuda a que el contenido sea sincero y trabajable.

La escritura como terapia

No dejes nunca de soñar. Solo quien sueña aprende a volar.

James Matthew Barrie

La escritura es liberadora porque no existe la posibilidad de juzgar el contenido mientras se elabora. Las personas somos sinceras cuando escribimos, cuando hablamos ejercen muchas influencias.

Más de uno de nosotros hemos tenido en nuestras manos un diario en el que hemos resumido gran parte de nuestro día y aquellos momentos más significativos. En él, hemos rasgado con palabras todas nuestras emociones o acciones reprimidas por miedo a fallar o porque van en contra a la conducta adecuada.

Pero en las letras no hay espacio para la conducta ni al miedo. Cuando uno empieza a escribir lo hace con la única intención de hablarse a sí mismo, de ver en un papel lo que realmente piensa y siente. Dicho de otra manera, es el medio que nos ayuda a conocernos.

¿La escritura es terapéutica?

Yo diría que todo arte es terapéutico. Toda creación tiene una parte de su autor. Tanto un cuadro como un libro es proyectivo. En ellos vemos el alma desnuda de alguien que sueña, desea, teme,… En el arte hay historia, todo autor crea en función de una historia aunque-como en los sueños-su lenguaje sea incomprendido.

Si no hay historia no hay material con el que trabajar. En cada decisión, cada sentimiento, cada pensamiento hay una historia detrás que ha influido en el resultado de cada una de ellas. Conocer la historia es dar de raíz con el motivo. Porque de una forma u otra, somos unos cuentacuentos, y los cuentacuentos lo que más les apasiona es narrar.

¿Por qué escribir una carta a una figura onírica?

Tenemos el poder de imaginar historias.