Aprende a interpretar el mensaje que se esconde tras tus sueños.

Nuestro inconsciente se está manifestando constantemente, bien sea a través de nuestra forma de interactuar con los demás, del diálogo interno con nosotros mismos, de esa comunicación no verbal tan presente, de ese color o estilo que escogemos para vestirnos o cómo reaccionamos y nos comportamos ante las distintas situaciones que se desarrollan en nuestro día a día, pero la primera fuente de información espontánea donde se refleja el inconsciente son los sueños.

Conseguir recordarlos, aprender a analizarlos, hacernos conscientes del mensaje que nos están transmitiendo y tomar acción puede ayudarnos a transformar nuestra vida.

En tus sueños hay información que nace de forma espontánea de tu propia creación imaginativa.

Aprender a interpretar nuestros sueños es abrir una puerta a un mundo infinito. Un buen análisis es la llave que nos permite lograr un mejor entendimiento de todo aquello que está sucediendo en nuestra vida, desde deseos reprimidos que han de ser expresados, situaciones conflictivas por resolver, decisiones que tomar, miedos que necesitamos afrontar o capacidades y talentos por descubrir.

Toda la información sujeta en tus sueños refleja aspectos de ti mismo.

¿Qué son los sueños?

Los sueños son experiencias reales que suceden en un mundo no material: además del mundo físico que tan bien conocemos cuando estamos despiertos, también existe un reino invisible donde nos encontramos con las energías de nuestra mente y nuestra alma.

Cuando dormimos perdemos conciencia de nuestro cuerpo y del entorno físico por completo, y despertamos a una conciencia más amplia que transciende el tiempo y el espacio.

Los sueños son sentimientos disfrazados de deseos reprimidos.

Todo lo que nos sucede durante el día queda almacenado en nuestro inconsciente y se manifiesta durante la noche a través de nuestros sueños, que no dejan de ser mensajes en forma de claves para hacernos conscientes de la realidad de nuestra vida y de todo lo que podemos hacer con ella, si nos permitimos analizarlo e integrarlo en nosotros mismos.

Un sueño, ¿puede ser positivo o negativo?

Algunas veces nos despertamos con la sensación de que nuestros sueños nos ofrecen una información negativa, sobre todo si tenemos muchas pesadillas o nos producen sentimientos de angustia, tristeza o pena. En realidad, la connotación negativa o positiva se la damos nosotros mismos.

Es nuestra mente la que lo etiqueta y lo analiza todo, desde su lógica y basada en las creencias que tiene asociadas. Nuestra mente funciona de manera dual: bueno/malo; luz/oscuridad; tristeza/alegría; dulce/salado.

Nuestra vida, en este plano físico, está hecha de contrastes y son necesarios para nuestra evolución, si no fuera así, ¿qué sentido tendría la felicidad, si no existiera la tristeza?

Nuestros sueños nos presentan una información que debemos analizar e interpretar para descubrir si el mensaje oculto es positivo o negativo. Esa información es única y exclusiva para el autor del sueño. La realidad es que nada es negativo, tras una experiencia onírica definida como negativa, puede traer consigo una alerta de alguna situación que estemos viviendo en nuestra vida, siendo el único objetivo hacernos conscientes de ello para crecer, evolucionar y trascender.